CRÓNICA “EL CALDERO URBANO”

Ahora que hemos acabado los encuentros programados dentro del proyecto El Caldero Urbano, podemos decir que ha sido una experiencia muy interesante y enriquecedora. 

Éste era un proyecto con base en la tradición Reclaiming para aquellas personas que, como yo, somos urbanitas. Vivimos en la ciudad y generalmente no solemos salir a la naturaleza (por temas de salud, falta de tiempo o de medio de transporte) y por eso sentimos la necesidad de detectar con mayor nitidez los elementos en la urbe, para así poder conectar con ellos y trabajar con ellos en nuestro día a día.

Cuando se hace algo así en comunidad, en un grupo de estudio como éramos, hay unas claras ventajas: seguimos un orden de materia que nos conecta entre nosotros, nos animamos los unos a los otros a seguir las prácticas, los conocimientos y experiencias compartidos enriquecen nuestros propios puntos de vista y amplían nuestra sabiduría… y siempre merendamos algo bueno la tarde del encuentro.

 

Tras un par de sesiones en las que se fue asentando el grupo y el ritmo de trabajo, pudimos ver el Aire, el Agua, el Fuego y la Tierra en nuestro entorno, aprendimos qué atribuciones comúnmente se asocian a dichos elementos y cuáles eran las personales, hicimos ejercicios para conectar con ellos, honramos a cada elemento creando su propio altar y aprendimos qué cosas podíamos hacer en la ciudad para agradecerles el regalo de tenerlos en nuestras vidas. 

Conectamos también con el Caldero: el centro que todo lo une y que nos ha transformado sesión a sesión, y trabajamos lo Divino: el Dios y la Diosa habituales en la tradición Reclaiming pero que, en muchas ocasiones, ceden paso a una Cualidad Divina en lugar a una Deidad en concreto, pudiendo así no necesitar concretar géneros. 

En la última sesión hicimos un ritual privado, donde pudimos poner en práctica todo lo aprendido, invitando a los Elementos, al Caldero y las Divinidades a nuestro círculo, repartiendo las tareas para que cada persona tuviera su espacio. 

El Caldero Urbano ha acabado pero nuestro camino sigue. A mí, me viene a la cabeza un trozo de la canción “Cauldron of changes” (Caldero del cambio): “We are the old people. We are the new people. We are the same people wiser tan before” (Somos las viejas personas. Somos las nuevas personas. Somos las mismas personas, más sabias que antes).

¡Que así sea!

Roser Rhia

Lunitari
Sacerdotisa de la Diosa. Me encanta la música, la creatividad y la artesanía. Mis publicacionesMás sobre mi...

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